Cultura De Nariño



La cultura Nariño o Capulí es una cultura arqueológica ubicada hacia el siglo VII en el frío altiplano andino en la frontera entre Colombia Ecuador, en el actual Departamento de Nariño. Esta cultura que enterró a sus caciques en tumbas con profundidades de hasta 30 o 40 m, mantuvo relaciones comerciales con los pobladores de la cuenca amazónica y el litoral del Pacífico. Trabajaron el oro fino por martillado, con técnicas semejantes a las del suroccidente colombiano.
Simultáneamente, la región fue ocupada por otro grupo, los Piartal, cuyos objetos de cerámica, madera, textiles y piezas de orfebrería, sorprenden por el refinamiento de su diseño y por su técnica única en el panorama orfebre del país. Sus descendientes, conocidos como Tuza, sintieron la tardía influencia de los Imperio incaico, y aún habitaban la zona en la época de la conquista española.
Como se mencionó en la sección Información General de Nariño, los pobladores actuales de la zona son en su mayoría mestizos descendientes de los habitantes originales y los inmigrantes españoles. En la costa pacífica, por su parte, predominan los afrocolombianos.
Las comunidades indígenas que lo habitaron las montañas nariñenses eran, descendientes de los Incas y hablantes de Quechua en el altiplano. La migración española y el mestizaje, la población africana traída para trabajar en las minas, hoy afro descendiente instalada en las riberas de la vertiente del pacífico y con derechos territoriales (consejos comunitarios), han generado una gran diversidad cultural a la zona, que se observan en expresiones materiales (gastronomía, arquitectura, modos de cultivar la tierra) e inmateriales (fiestas, tradiciones, etc.)
Este legado se materializa hoy en el trabajo de ebanistas y talladores que trabajan artesanías con madera, hilo y lana utilizando técnicas prehispánicas como el Barniz de Pasto. Así mismo,  se destacan obras musicales, artesanales, gastronómicas y teatrales en manos de nuevos artistas locales que buscan difundir su cultura a nivel nacional e internacional. Entre ellos están Issac Santacruz (en el arte), y Doña Maruja Hinestroza de Rosero (en la música, compositora del pasillo “El Cafetero”).
En lo que se refiere al café, la cosmogonía de los habitantes locales donde se produce el Café de Nariño llama a mantener cultivos en zonas de diferentes alturas y a mantener un marcado espíritu de trabajo comunitario. Las familias con frecuencia comparten el trabajo en diferentes predios y optimizan así el uso de su mano de obra para mantener adecuadamente sus cultivos.

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